Cistus ladanifer
Jara, jara pringosa, jara común, jara pegajosa, jara melosa; cat.: estepa, estepa del ládan; gall.: xara, esteva; port.: xara, esteva-ordinária
Índice
Género
La jara pringosa corresponden al género Cistus. Su nombre deriva del latín cisthos, descripción a su vez del nombre griego kísthos, kístos; qué significa <<jara>>. El origen de la palabra es desconocido, aunque en la etimología popular se creía que procedía del griego kístē: << caja, cesto>> por la forma de sus frutos compartimentados. El botánico francés, Joseph Pitton de Tournefort (1656-1708), describió el género por primera vez, y el sueco Carlos Linneo lo aceptó con una circunscripción más amplia, en la que incluyó a Helianthemum.
Descripción
La jara pringosa es un arbusto siempreverde que que no suele superar los 2 m de altura, aunque en buenas condiciones puede llegar hasta los 3-4 m.
Hoja
Las hojas son opuestas, agrupadas por pares y soldadas entre sí en la base. Son hojas alargadas estrechas y enteras, de 10 cm de largo por 1,5 de ancho. No tienen estípulas. Cuando las hojas son jóvenes están impregnadas de láudano, una sustancia pegajosa aporta cierto brillo.
Flor
Las flores son de un color blanco impoluto, bastante grandes, con 10 cm de diámetro. Cuentan con tres sépalos y cinco pétalos que a veces enseñan una mancha purpurina en la base (esta forma se denomina << jara de las cinco llagas>> Cistus ladanifer var. maculatus Dunal ex DC)
Fruto
Su fruto consiste en una cápsula globosa que atesora en entre siete y 10 compartimentos, que se abre en otras tantas valvas cuando llega a la madurez.
Floración
Florece de abril a junio.
Se cría
la Jara Prin goza es una especie pionera en poblar los montes. Suele aparecer en los matorrales de sitios secos y soleados, en especial, en ambiente de encinar en terrenos silicios, como granitos, cuarcitas, pizarras y gneises. Aparece más en suelos degradados y menos evolucionados. Cuando la veamos podemos tener el indicio de que es un suelo muy pobre. Se extiende desde el nivel del mar, brotando incluso en las arenas de la costa, hasta los 1500 m de altitud. Como hemos dicho ya, suele acompañar a la encina, y ocupa rápidamente su espacio cuando sus bosques se queman o talan y el suelo escasea de cal. Podemos comprarla en viveros, junto con la jara de hoja de laurel, muy usadas en ornamentación.
Habita
La jara habita la región mediterránea occidental y también las Islas Canarias. Su frecuencia es mayor en la parte silicia y de clima mediterráneo en la península (España y Portugal), como en Castilla-La Mancha, Extremadura Andalucía y Sierra Morena. La jara escasea según ascendemos al norte, en zonas como Galicia, Castilla y León y Cataluña.
Observaciones
El nombre científico de la Jara <<ladanifer>> con la resina pegajosa que produce, el ládano. Esta sustancia, al parecer, inhibe el crecimiento de otras especies. Esto, unido a que es una especie pirófita (posee características que le permiten soportar incendios forestales), facilita su rápida colonización frente a otras especies.
La jara pringosa es una planta algo variable. En terrenos muy básicos de la Serranía de Ronda aparecen ejemplares de la subespecie africanus, presente en Marruecos. Se distingue por sus hojas más o menos pecioladas.
Hay una especie de jara muy parecida a la pringosa denominada Cistus palhinhae Ingram o <<jara de palhina>>, que encontramos en las costas meridionales de Portugal. Es un endemismo del Algarve y Bailo Alentejo. Se trata de un arbusto achaparrado de 30-50 cm que tiene hojas lanceadas y su fruto tiene menos valvas (7 como máximo). Se cría en forma de matorrales pulvinulares, en zonas venteadas de costa, con suelos arenosos, pedregosos o calizos, desde el nivel del mar hasta los 100 metros. Florece de marzo a junio. Debido al tránsito casi continuo entre esta especie del sur de Portugal y el Cistus ladanifer, es considerada como raza o subespecie (Cistus ladanifer subsp. sulcatus (Demoly)).
Cuando aumentamos la altitud y el roble melojo Quercus pyrenaica sustituye a la encina, la jara común pierde presencia en favor de otra jara similar, el Cistus laurifolius (jara etapa, jara de hoja de laurel; cat.: estepa de muntanya; euskera.: estrepa; una especie mas exigente en humedad. Podemos diferenciarla reconociendo sus hojas, más anchas y rizadas, parecidas a las del laurel. Además, sus flores son más pequeñas (nacen de mayo a julio), y la corteza de su tronco se desprende en tiras, cuando en la jara pringosa la encontramos lisa y continua. Su altura oscila entre los 80 cm y lo 2 m y se cría en jarales, matorrales y monte bajo, en laderas o páramos secos con cierta sequedad y pedregosas. Esta jara se extiende ampliamente por el centro de la península, abarcando también parte de Portugal, donde no hay influencia atlántica. También aparece en Italia, Mar Egeo y Anatolia.
Usos
Antiguamente el ládano tenía fines médicos, pues se le atribuya propiedades sedantes y se usaba en la composición del “emplasto regio” o “contrarotura” para curar hernias y fracturas de huesos. Para recolectarlo existían varios métodos. El más cómodo era usar un rebaño de cabras: estas transitaban por un extenso jaral, bañándose de esta sustancia que quedaba impregnada en su pelambre. El inconveniente de este método era el olor cabruno que adquiría la sustancia. Otro método era pasearse con mandiles de cuero o metiendo la jara en agua hirviendo.
En la actualidad, se usa en perfumería (naturalmente no con el método de las cabras) como fijador de perfumes, para compensar el carácter efímero del alcohol y que se mantenga la armonía aromática. Asimismo, ha recobrado cierto protagonismo medicinal como revulsivo y antiespasmódico, para curar las gastritis y úlceras gastroduodenales. También contra el reumatismo y las neuralgias.
Sin embargo, la resina es bastante tóxica y no se recomienda su uso.
Dónde encontrar Cistus ladanifer en Cabañeros
La jaja pringosa forma extensas manchas de jaral monoespecífico. Se aprecia en casi todo el parque y en todas las rutas.
Bibliografía
- Vicente García Canseco (Coor.) (1997). Parque Nacional de Cabañeros. Madrid, España: Ecohábitat.
- Perea García-Calvo, R., Perea Ruiz-Tapiador, D., Giménez Velasco, G.F. (2015). Vegetación y flora del Parque Nacional de Cabañeros. Volumen I. El paisaje vegetal: ecología, conservación y rutas de interés geobotánico. Madrid, España: Editorial Solitario
- Verde, A., Fajardo Diego Rivera, J., Obón, C. (2000). Etnobotánica en el entorno del Parque Nacional de Cabañeros. Organismo Autónomo de Parques Nacionales, Ministerio de Medio Ambiente.
- Lanzara, P., Pizzetti, M. (1977). Árboles. Barcelona, España: Grijalbo.
- Satolalla, F. (1992). Guía de los árboles de la Península Ibérica y Baleares. Barcelona, España: Blume.
- Pierre y Délia Vignes (2009). Herbario de Plantas Silvestres. Barcelona, España: Larousse.